El día 11 de noviembre de 2019, realizamos la cesárea de Jimena, una San Bernardo que habían inseminado 60 días antes. La intervención se realizó con éxito y nacieron 9 cachorros que se fueron a casa. A los dos días, el propietario nos comentó que se habían ido muriendo poco a poco, y ya iban seis hermanos de un día para otro aunque mamaban bien.
Nos trajo uno que veía muy débil, en la clínica lo examinamos y vimos que tenía el paladar hendido (una enfermedad en la que no se cierra el paladar y la boca se comunica con la nariz y los pulmones, lo cual causa la muerte). A los pocos minutos murió. Le pedimos al dueño que mirase a los dos cachorros que quedaban y efectivamente, al abrirles la boca observó un agujero.
Nos los trajo a la clínica para sacrificarlos, ya que en los libros viene descrito que al detectar esta enfermedad en recién nacidos lo mejor es realizar un sacrificio humanitario. Justo antes de realizarlo, los vimos con bastante fuerza y se nos planteó la duda de como estarían esos pulmones. Realizamos radiografías de ambos y, sorprendentemente, uno estaba muy limpio y otro con poco contenido, por lo que decidimos no sacrificar e intentar que viviera.
Cuando fuimos a sacrificar al otro, ya con el eutanásico en la mano, pensamos que, ya que íbamos a intentarlo con uno, por qué no con los dos. Contactamos con el propietario y le explicamos que íbamos a intentar que vivieran. Para ello, los sondaríamos cada 3 horas y necesitarían hospitalización durante meses, por lo que le pedimos que nos los cediera y lo hizo encantado y deseándonos lo mejor.
Un largo proceso de recuperación
Desde aquel día la alimentación de estos cachorros se realizó a través de sonda cada 3 horas la primera semana, cada 5 la segunda y cada 6-8 la tercera. Nos los íbamos turnando el personal de la clínica, llevándonoslos a nuestra casa para darles las tomas de la noche. Iban con una botellita de vino que manteníamos siempre a unos 40 grados para que les diera calor si lo necesitaban y se trasportaban felices a cualquier lado.
Beta, la que tenía algo de líquido en pulmón pasó varias noches delicada. Pensamos que cualquier día podría morir, pero iban pasando los días. Ya tenían un mes y corrían como cualquier cachorro pero estornudando mucho. Alfa crecía fuerte, pero estamos seguros de que sin Beta no le hubiera ido así de bien.
En Navidad fueron a Granada y a Vinuesa de vacaciones ya que no se podían quedar en la clínica. Fue en estas fechas, con mes y medio, cuando realizamos el primer intento de que comieran por sí solas. Lo cogieron con ganas, pero estornudaban mucho y eran tan pequeñas que se golpeaban la cabeza con el suelo, por lo que decidimos seguir sondándolas.
Así estuvieron hasta los tres meses, cuando se les podía hacer una cirugía de reconstrucción. Esperábamos que el paladar creciera un poco según iban creciendo ellas, pero Beta en un lado no tenía absolutamente nada y Alfa tenia un agujero tan grande que era difícil hacer una cirugía de reconstrucción tradicional.
Avanzando poco a poco
Estuvimos valorando la intervención con varios cirujanos de gran prestigio, que plantearon injertos, placas, etc. Pero veíamos que crecían bien,y manteníamos conversaciones continuas con Santos Jiménez, traumatólogo del Hospital Albeitar de Logroño, y nuestro traumatólogo de confianza, con el que colaboramos de forma rutinaria. Él nos decía que mientras estén bien, esperaría a ver si crecen los laterales y luego podríamos cerrarlas de la forma habitual.
Tras valorar lo de la cirugía, se decidió ver que tal irían comiendo solas porque ya tenían tres meses e intentaban comerse cualquier cosa. Si iban mal, intentaríamos una cirugía de las novedosas y si no, esperaríamos. Finalmente, y con algunas dificultades, empezaron a comer y siguieron desarrollándose a una velocidad adecuada.
Tanto crecían y tanto corrían que se llevaron a la residencia “Como en tu Casa” de Alconaba, con Jesús y Marta. Si nosotros fuimos los padres, ellos han sido los padrinos y abuelos a la vez. Las acogieron con cariño y las han alimentado y cuidado hasta hoy.
Operadas con éxito
A los 8 meses, las trajimos de nuevo a la clínica para esterilizarlas y ver qué había pasado en la boca. Se midieron los paladares y se decidió esperar al año para operarlas. La operación la realizó Santos Jiménez junto con José Vicente, de la Clínica Urbión. Decidimos comenzar con Beta que lo tenía peor y padecía de rinitis con más frecuencia y, según el resultado, valorar si realizar la cirugía a Alfa.
La cirugía duró 4 horas y lo más sorprendente es que la recuperación no tardó nada, en pocos días estaba mucho mejor, dejó de estornudar y de tener rinitis y hasta cogía kilos con más rapidez. Tras observar esto, a los tres meses se hizo la cirugía de Alfa con el mismo resultado.
Adopción
Ahora son dos perras esterilizadas y totalmente sanas, que ya han colaborado hasta con donaciones de sangre a nuestra clínica en varias ocasiones para ayudar a otras mascotas enfermas.
Después de darle muchas vueltas, queremos mantener la idea inicial: intentar curarlas y darlas en adopción. Sabemos que en la residencia “Como en tu casa” están como su propio nombre indica, pero al equipo de Veterinarios Urbión nos gustaría que tuvieran una familia y, a poder ser, las dos juntas. Son buenas y cariñosas, se llevan bien con cualquier perro y solo necesitan mimos para ser felices.
7 Comentarios
Buenas tardes, a través de una publicación del Facebook e visto el caso de ALFA Y BETA, y que están para adoptar. Aún están para adoptar?
Gracias
Hola Emma, muchísimas gracias por escribirnos, sí pueden adoptarse todavía. Nos encantaría hablar contigo y contarte más. Decirte que en principio nos gustaria que las perras sean adoptadas juntas. Si estás interesada, llámanos directamente a la clínica y así hablamos contigo. Nuestro número es: 975 03 06 39. Te atenderemos encantados. Gracias.
Buenas tardes, a través de una publicación de Facebook, e visto el caso del ALFA Y BETA, aún están en adopción?
Gracias
Hola!!! Buenas tardes! Me a fastinado esta historia…somos una pareja y teniamos un boyero de berna pequeñito y se nos murio hace tres meses con parvo virus cuando tenia 7 meses! Lo hemos pasado mal pero ahora queriamos otro boyero pero la verda que prefiero adoptar y dar una vida feliz a uno de estos dos cachorros… solo podria adoptar uno por tema de tiempo y porque ya tenemos otro perrito y tres serian muchisimo! Tenemos terreno en casa y estaria al aire libre. Esta seria mi propuesta somos del pais vasco un abrazo
Hola Nagore, sentimos mucho tu perdida, sabemos que la perdida de nuestros compañeros es realmente dolorosa 🙁 Nos encantaría hablar contigo y contarte más, aunque sí debemos decirte que en principio nos gustaria que las perras sean adoptadas juntas. Si estás interesada, llámanos directamente a la clínica y así hablamos contigo. Nuestro número es: 975 03 06 39. Te atenderemos encantados. Gracias.
Interesada en adopción Alfa y Beta hola buenas tardes mi nombre es Tatiana y estaría interesada en una de la cachorras me es indiferente , deciros q en la familia tenemos una Boyero de Berna así que sabemos perfectamente lo que es tener una perro de raza grande.
Quedo a vuestra disposición, un saludo
Hola Tatiana, muchísimas gracias por escribirnos. Nos encantaría hablar contigo y contarte más. Decirte que en principio nos gustaria que las perras sean adoptadas juntas. Si estás interesada, llámanos directamente a la clínica y así hablamos contigo. Nuestro número es: 975 03 06 39. Te atenderemos encantados. Gracias.
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