La rabia, es una afección muy antigua de la que muchos hemos oído hablar alguna vez. Esta enfermedad se propaga en mamíferos y puede resultar mortal. Es una infección vírica aguda que afecta al sistema nervioso y que carece de cura una vez que empiezan a desarrollarse los primeros síntomas. Por este motivo, es fundamental la prevención de la rabia a través de la vacuna antirrábica.
Todo lo que deberías saber sobre la rabia
La antirrábica permite prevenir y controlar el virus de la rabia. La vacunación es la administración de antígenos rábicos a una persona o animal en la dosis adecuada. El fin de esto es inducir una respuesta inmune (como en cualquier vacuna) que proteja al individuo ante el patógeno.
En caso de una manifestación de la rabia, no existe un tratamiento que cure la enfermedad, aunque si se acude al veterinario de urgencia en el momento de la mordida, la vacuna antirrábica sí que puede ser efectiva y combatir la enfermedad.
Al contrario de lo que se pueda creer, la rabia no solo afecta a animales salvajes o domésticos, también puede darse en humanos. Los síntomas de esta enfermedad son diversos y van desde un simple dolor de cabeza o fiebre, hasta convulsiones, parálisis salivación o incluso hidrofobia (temor al agua) o muerte, en los casos más extremos.
Después de saber cómo afecta la rabia, no debemos asustarnos al primer síntoma que pueda mostrar nuestro perro. La rabia se puede controlar y es así de fácil:
¿Cada cuánto debo vacunar a mi mascota?
Según los expertos veterinarios, cada año deberíamos acudir a consulta. Este chequeo, sería la mejor forma de advertir cualquier tipo de signo de enfermedad, sea o no de rabia; la revisión debería realizarse cada 6 meses.
Y una vacunación antirrábica una vez al año.
Por lo menos una vez al año las mascotas deberán ser vacunadas contra la rabia.
Lo recomendable en caso de que sospeches que tu mascota pueda tener la rabia o cualquiera síntoma de enfermedad es acudir a una clínica veterinaria.
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