Tanto los perros como los gatos pueden desarrollar enfermedades cardiacas, aunque suele ser un problema más común en perros mayores, obesos y de ciertas razas, como las de gran tamaño.
El corazón enfermo de un perro requiere de ciertos cuidados para que mantenga una adecuada calidad de vida, además de tener controlada su enfermedad, de manera que se eviten fallos cardiacos que los pongan en riesgo.
El sistema cardiovascular de las mascotas es realmente complejo, por lo que detectar a tiempo esta enfermedad, es vital para su salud.
Durante el verano, el calor, los paseos… puedes notar que tu mascota se siente fatigada o que no aguanta tanto tiempo corriendo como antes. Existen una serie de aspectos clave que indican problemas cardiacos en nuestra mascota.
6 señales clave que indican un problema en el corazón de nuestra mascota
- Toser. Una tos reciente y persistente, que empeora en la noche (Los gatos con enfermedades cardiacas generalmente no tosen).
- Intolerancia al Ejercicio. Si tu mascota parece moverse menos y no le apetece jugar o a hacer ejercicio, es una señal de alarma. Podría comenzar a agotarse después de una corta sesión de ejercicio y podrías notar que respira pesadamente después de hacer un esfuerzo excesivo. Otro síntoma son las encías purpúreas o pálidas.
- Problemas para respirar. Si hace más de 32 respiraciones por minuto o notas que hace esfuerzo abdominal para respirar, podría indicar que hay un problema cardiaco.
- Cambios en el comportamiento. En un perro, observa si tiene inquietud creciente o generalizada, especialmente en la noche, como si no pudiera decidir dónde echarse a dormir. En los gatos, retirarse o esconderse podría ser un síntoma de una función cardíaca comprometida.
- Desmayarse o colapsar. Si la enfermedad cardíaca es severa o avanzada, las mascotas podrían desmayarse o colapsar. Los gatos podrían experimentar episodios en los que colapsan, en conjunto con parálisis de las patas delanteras o traseras y vocalizaciones. Estos son signos claros de una emergencia médica muy seria y de que tu mascota necesita ver a un veterinario inmediatamente.
- Fluctuaciones en su peso. Las mascotas con enfermedades cardiacas de largo plazo generalmente experimentan pérdida de peso, aunque también es posible que aumenten de peso, debido a la acumulación de fluidos en su abdomen. Observa si su tripa está inflamada o abultada.
Em resumen, algunos de los síntomas generales más obvios, que indican un problema o fallo cardíaco son: Tos, fatiga o debilidad, inflamación corporal, matiz azuloso en la lengua, pérdida del apetito, ritmo cardíaco rápido…
5 consejos para cuidar a una mascota con problemas de corazón
- Llevar una alimentación adecuada: La dieta de un can con problemas de corazón debe ser personalizada, porque cada caso es distinto y necesita de unas pautas nutricionales que se ajusten a sus necesidades.
- Evitar la obesidad: El sobrepeso es un problema de salud que agrava los problemas cardiacos del perro y que, incluso, los puede desencadenar. Como ya hemos comentado en el punto anterior, para evitar los kilos de más, la alimentación es un aliado fundamental: las raciones adecuadas y un pienso de buena calidad, que puede ser bajo en calorías, son la base para evitar el sobrepeso que afecta a la salud cardíaca.
- Reconocimiento y diagnóstico de la insuficiencia cardíaca: Reconocer a tiempo la afección del can es la mejor forma de tratarle de manera temprana, para evitar secuelas que deterioren aún más la salud de su corazón.
- Seguir un tratamiento adecuado: las revisiones periódicas, el consumo de los medicamentos adecuados y cumplir con las pautas que indique el veterinario, son factores clave para la calidad de vida de nuestra mascota.
- Realización de ejercicio de forma moderada: El hecho de que un perro tenga el corazón enfermo no implica que necesite una vida sedentaria. Todo lo contrario. En estos casos, el ejercicio moderado es una baza para mantener el corazón canino en forma.
Si notas que tu mascota se encuentra fatigada o cansada durante el paseo, conviene regresar a casa para no realizar esfuerzos que puedan perjudicar a su salud. Evita los momentos de más calor del día y del verano.
Siguiendo estas pautas y acudiendo al veterinario en cuanto notes alguno de estos síntomas, seguro que tu mascota tiene menos probabilidades de padecer cualquier tipo de enfermedad, porque la calidad de vida, es importante, tanto para ellos como para nosotros.
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