Chupito vino a vernos por una urgencia: le había picado una víbora.
En poco tiempo, apareció la hinchazón y aumentó la sensibilidad en el área alrededor de la picadura, seguidos de un mayor cansancio.
El tratamiento en este tipo de casos depende de los síntomas y de cuán afectado esté el animal por el veneno de la serpiente. En casos severos, como el caso de Chupito, el gato es ingresado para observación y recibe tratamiento como goteo y alivio del dolor.
Si crees que a tu mascota le ha picado una víbora, mantén la calma y tráenoslo en brazos, lo más quieto posible, para que podamos ayudarle.
Categoría: Caso Clínico
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